Las preguntas trampa en las entrevistas de trabajo son una realidad. A primera vista parecen inofensivas, pero actúan como armas para evaluar diversos aspectos de tu personalidad y habilidades profesionales.

La clave para que bordes la entrevista de trabajo y aprendas a responderlas de manera efectiva es que las conozcas e identifiques qué aspectos quieren evaluar de forma indirecta con esas preguntas. Por eso, en este artículo, te cuento cuáles son las 10 preguntas trampa más comunes en las entrevistas de trabajo y te doy ejemplos concretos de cómo puedes contestarlas.

1. ¿Por qué dejaste tu último trabajo? o ¿Por qué estás considerando cambiar de empleo?

Esta pregunta, en apariencia sencilla, puede esconder la búsqueda de información sobre tu ética profesional, compromiso y habilidades para resolver problemas. Al responder, destaca aprendizajes positivos, crecimiento profesional y cómo buscas nuevos desafíos. Evita hablar mal de exjefes.

Ejemplo de respuesta: «En mi trabajo anterior, sentí que había llegado al límite de mi potencial y buscaba un ambiente donde pudiera aplicar y desarrollar aún más mis habilidades, especialmente en [habilidad específica].»

2. ¿Cuáles son tus expectativas salariales? o ¿Cuál es tu rango salarial?

La pregunta sobre el salario no solo se trata de cifras. También está intrínsecamente relacionada con tu valor como candidata/o. La forma en que abordas esta pregunta puede demostrar tu habilidad para la comunicación, la negociación y la comprensión del mercado laboral.

Una respuesta informada y estratégica puede resaltar tu capacidad para investigar y adaptarte a situaciones desafiantes. Además, demuestra que eres consciente de tu valía y que busca una compensación justa por tu experiencia y habilidades. En resumen, tu respuesta a esta pregunta puede influir en la percepción que el empleador tiene de ti y, en última instancia, en tu capacidad para asegurar el puesto.

Ejemplo de respuesta: «Basándome en mi experiencia y las investigaciones de mercado, consideraría un rango salarial competitivo. Sin embargo, estoy más interesado/a en las oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional que ofrece el puesto.»

Otras respuestas que también podrían ser aceptables:

• Dar una horquilla salarial: explicar el rango en el que te mueves puede ser una buena opción, de esta manera no te cierras a una única cifra y podrías encontrar un punto común con la empresa. Esto, además, demuestra que conoces los sueldos de tu sector y que te valoras como profesional.
• Darle la vuelta a la pregunta: o lo que es lo mismo, obligar a que sea el propio entrevistador el que facilite una cifra. Por ejemplo: “Interesante pregunta, sería útil si me pudiera comentar cuál es el rango que ha pensado para este puesto”.
• Retrasar la respuesta: este punto puede ser útil cuando aún necesitas profundizar sobre las obligaciones y responsabilidades que conllevaría el cargo. Por ejemplo, podrías responder algo como: “El sueldo es importante, pero me interesan más otros aspectos como que sea un puesto estable. Estoy seguro de que una empresa como la suya ofrecerá un salario competitivo”.

3. ¿Conocías nuestra empresa?

Detrás de esta aparente pregunta de conocimiento sobre la empresa, se esconde la evaluación de tu interés y preparación para la entrevista. Demuestra tu investigación previa mencionando logros recientes o proyectos. 

Ejemplo de respuesta: «Sí, estoy familiarizado/a con [nombre de la empresa] y he seguido sus últimos proyectos, especialmente [proyecto específico]. Estoy impresionado/a por su compromiso con [valor específico].»

4. ¿Qué puedes aportar a nuestra empresa? o ¿Por qué deberíamos contratarte?

Esta pregunta evalúa tu autoconocimiento y capacidad para relacionar tus habilidades con las necesidades de la empresa. Enfócate en tus fortalezas y logros relevantes, y relaciónalos con la descripción de la oferta de empleo para la que has aplicado.

Ejemplo de respuesta: «Mi experiencia en [habilidad especifica] y mi historial exitoso en [logro relevante] me permiten aportar [valor específico] a su empresa.»

5. ¿Por qué quieres trabajar aquí?

Aquí, se evalúa tu motivación y si has investigado a fondo la empresa. Conecta tus metas profesionales con la misión y valores de la empresa.

Ejemplo de respuesta: «Admiro la dedicación de [nombre de la empresa] a [aspecto específico] y creo que mis valores coinciden perfectamente. Estoy emocionado/a por contribuir a [proyecto específico] y crecer profesionalmente aquí.»

6. ¿Cómo trabajas bajo presión?

Esta pregunta busca evaluar tu capacidad para manejar situaciones desafiantes. Proporciona ejemplos específicos y destaca cómo mantienes la calma y tomas decisiones efectivas.

Ejemplo de respuesta: «En mi trabajo anterior, enfrentamos [situación específica], donde la presión era alta. Adopté mi enfoque paso a paso, prioricé tareas y trabajé eficientemente para cumplir con los plazos.» Si es tu primer empleo puedes centrarte en algún proyecto que desarrollaras en equipo durante tu periodo de formación.

7. ¿Prefieres trabajar solo/a o en equipo?

Detrás de esta elección se evalúa tu adaptabilidad y habilidades de colaboración. Destaca cómo disfrutas de ambos contextos y puedes adaptarte según las necesidades.

Ejemplo de respuesta: «Me gusta tanto el trabajo independiente como en equipo. Mi experiencia ha demostrado que puedo aportar de manera única en ambos entornos.»

9. Cuando trabajas en equipo, ¿qué papel adoptas?

Aquí, se evalúa tu autoconocimiento y habilidades de trabajo en equipo. Muestra cómo te adaptas a diferentes roles según las necesidades del equipo.

Ejemplo de respuesta: «Mi enfoque es ser flexible. He liderado equipos en proyectos [específicos] y también he aportado de manera efectiva en roles de apoyo cuando necesario.»

10. ¿Tienes alguna pregunta?

Es una pregunta abierta de finalización de entrevista que te da la oportunidad de preguntar las dudas que tengas sobre la oferta, la empresa o el proceso de selección.

Es tu oportunidad de salir de la entrevista sin dudas y de, además, acabarla de forma positiva, demostrando una serie de competencias y capacidades, como que se ha escuchado todo, se ha integrado la información, se ha visualizado el trabajo a realizar…

No podemos dejar escapar esta oportunidad con un “no, gracias” o con un “sí, “¿cuánto se cobra?” si no hemos preguntado nada más antes.

A parte de las dudas que nos hayan surgido durante la entrevista, es el momento indicado para preguntar sobre sobre el propio proceso de selección.

Es un buen momento para conocer qué pasará después de la entrevista:

¿Cuándo tomarán la decisión definitiva?

¿Se la comunicarán a todas las personas entrevistadas?

¿Les podemos llamar si no se han puesto en contacto con nosotros?

¿cuándo les hemos de llamar después de la entrevista?

¿Va a haber alguna entrevista más u otra fase del proceso de selección?

De esta forma, saldremos de la entrevista con toda la información necesaria, sin dudas y mostrando un interés y unas competencias muy adecuadas para el puesto de trabajo.
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